Basílica/Iglesia

IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PEDRO APÓSTOL : 

Nuestra sede canónica
 
La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol  nació como consecuencia del crecimiento de la población de la localidad. Las autoridades de la época pidieron licencia al emperador Carlos para construir otra iglesia parroquial, a lo que el monarca accedió y dio autorización. Posteriormente, las Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II se referirían a la iglesia como:
(...) hasta doze años ha que se hizo otra parrochia que se dize Señor Sant Petro, esta Iglesia no está acabada, que le falta más de la mitad del cuerpo della e la torre de quel pueblo padece mucha necesidad porques mucha la gente e ay mucha apretura e tiene falta de ornamentos, que ay pocos, y de otras muchas cosas para el servicio de la dicha Iglesia. No hay capillas en ella de ningún particular.

                                                                                   
En el año 1587 el Ayuntamiento impulso la terminación de las obras, pero la Parroquia funcionaba desde 1563, ya que existen partidas de bautismo de esa fecha.
Las características de la parroquia de San Pedro son: planta de cruz latina, de orden dórico, bóvedas de ladrillo, arcos torales de cantería y suelo de baldosas de alfarería, que se encuentran a día de hoy cubiertas por madera. Las bóvedas llevan una sencilla crucería, que es estrellada en el crucero y el ábside. En las columnas de estos hay restos muy deterioraos de bustos y un jarrón de flores, así como, en la parte superior izquierda del crucero, hay unas cabezas sosteniendo las basas de los arcos conocidos desde antiguo como “los sátiros”.
Las puertas eran tres: la que está a los pies de la nave, de estilo renacentista, que fue restaurada no hace muchos años. La principal o del Sol, que estaba formada por dos arcos bajo soportales, a los pies de la cual existía una tumba de un sacerdote desconocido, y que fue removida en la guerra civil, pasada la cual se constituyó la nueva configuración de la puerta. La otra puerta, que actualmente no se utiliza, llamada de la Umbría, por donde se accedía a través de una verja.
La torre es de planta cuadrada, y su final de forma octogonal. Estuvo coronada por un reloj de cuatro esferas hasta 1909..
El retablo original era dorado, de estilo churrigueresco, y fue destruido  durante la guerra civil. El actual, es obra de Alfredo Lerga y se inauguró en 1948. Ese mismo año, la parroquia de San Pedro fue consagrada por el Obispo Don Emeterio Echevarría Barrena, siendo la única iglesia de Daimiel que goza con este privilegio. Signo de aquello son las cruces rojas de mármol que jalonan toda la nave. El retablo está coronado por una imagen de San Pedro, obra de los hermanos Rivas, bajo él, la imagen de Nuestra Señora de Ureña.
El ábside está cubierto por cuatro cuadros del pintor local Juna D`opazo y en la parte superior por cuatro tablas que representan a santos manchegos, obra de Alfredo Lerga.